Para quienes disfrutamos de una casa en el medio rural, y además con muebles y enseres propios del siglo pasado, en estos días de frío invernal no nos ha pasado desapercibida la existencia de cuantos han servido de calentamiento de hogares y personas. Entre otros quiero destacar la cocina económica, llamada así por el ahorro que supuso confinar el fuego a una cámara construida con ladrillos refractarios, pero que calentaban una superficie amplia de metal, donde cocinar los alimentos sin que ollas y otros utensilios empleados entraran en contacto directo con el fuego, como sí ocurría en aquellos hogares o fogones de, en general amplias chimeneas de gran tamaño, cuya base se construía en un escalón levantado sobre el suelo y donde el fuego para el cocinado de alimentos se producía sobre el fogón, que aprovechaba útiles como las trébedes, pucheros y ollas de barro que se apoyaban sobre las brasas, dotándose igualmente de pequeños asientos o bancos alargados y con respaldo, que calentaban frontalmente a los hogareños de dichas cocinas.
Volviendo a la cocina económica de mi casa, esta se encontraba desde hace años arrumbada en un espacio determinado de la sala donde se encuentran fregadera, despensa y electrodomésticos varios, y que pasaba desapercibida bajo una chapa que ocultaba la de hierro forjado y ya quebrado por el uso de décadas de calentamiento y cocción. Aquella mañana me dispuse a probar su eficacia actual y para ello comencé por limpiar el cenicero de los restos acumulados de años de desuso y acumular los tacos o tocos de leña troceada que necesitaría para encender el hornillo. No me costó apenas encenderla con unas astillas y luego palos y finalmente los tocos que se convertían en brasas, hasta que muy pronto noté que la chapa se calentaba sin necesidad de abrir el tiro por donde la corriente de aire hace las veces de fuelle, mucho más en los quemadores cercanos y hasta en buena medida el horno que dejé con la puerta abierta. Sólo me restaba aprovechar el fuego con una cazuela, donde preparé un bondadoso caldo de huesos y verduras.